Summario en Español
L.J.R.: En Illinois la prisión de Tamms se diseñó para hacer un confinamiento solitario sin llamadas teléfonicas, comunidades ni patios. Nada. Los presos ejercita solos en un lugar concreto o en una caja. La comida se guarda en una celda también.
En 2006 empezó el proyecto poético de la cárcel y se enviaron allí algunos poemas. Un preso escribió al comité preguntando si era cierto, si a alguien realmente le importaba qué sucedía ahí dentro.
En 2010 empezamos un proyecto para reformar la cárcel de Tamms. Toda esa gente supuestamente debía estar allí un año, pero llevaban más de una década, así que hablamos con el legislador como estrategia. Un abogado veterano nos dijo que atender a esta gente haría que la prisión se volviese mucho peor de lo que era, así que decidimos que lo mejor era que hablasen ellos por sí mismos, no nosotros.
Lo que creo que debemos hacer es pedir respuesta política y, sobretodo, guardar sus respuestas. Intentamos enfocarnos en quienes toman las decisiones y establecer contacto con buenos legisladores que nos ayudaban voluntariamente. Introdujimos legislación nueva, organizamos campañas tácticas de medios de comunicación, campos de protesta, performances, subscripciones supermarks (que permiten donar dinero para comprar libros y revistas para los presos)… Y preguntamos a la gente confinada qué le gustaría ver. Dijeron cosas como la casa de su tía, un payaso enamorado con un bolígrafo de plumas, mi madre enfrente de una mansión con un todoterreno y mucho dinero… Hicimos esos montajes y los enviamos a las celdas de confinamiento.
Rachel pidió que fuésemos a una gran cruz en Illinois y rezásemos para que lo liberaran. Fuimos y le mandamos la foto con el momento. Curiosamente, cuando la foto llegó la puso en una pared y él mismo colocó encima una fotografía suya en la que se leía “ya soy libre”.
Otra cosa que haces es lobby: entrar a los pasillos y cogerles cuando salen de sus reuniones secretas sobre financiación penitenciaria. Tienes también que entrar en el Parlamento, ¿cómo lo haces? ¿Intentas entrar y dices lo que quieres decir?
El año pasado vuestro gobernador propuso cerrar la cárcel, pero hay una campaña de sindicatos que quieren continuar con la cárcel abierta para no perder trabajos. En respuesta a sus protestas de “soy un hombre, soy un trabajador”, las madres empezaron a protestar con carteles que decían “mi hijo no es un cheque, lleva ahí encerrado diez años”, etc. Este enero se cerró la cárcel “supermax” y enviamos un dibujo de un niño, hijo de uno de los presos, que estaba muy contento de que su padre saliera libre por fin.
Esta carta la escribió David una vez fuera de la cárcel. Para Juan, lo más surreal de salir de prisión es que podía darle la mano a un vecino. Ahora hablamos con el gobernador y trabajando en su reelección. Empezando también un show que se llama “The Honeybun Comedy Hour” sobre prisiones.
Me gusta el arte legislativo porque es comprometido y necesario: cambiar legislación a través del arte es necesario. Dejadme presentar a mis compañeros de trabajo: Darrel Cannon, Reginald Berry Sr. y Brenda Townsend.
Brenda tomó la iniciativa para decir a los legisladores qué sentía como madre y qué sentían otras madres. Reginald y Darrel han hablado en muchas concentraciones, tantas que no las puedo contar. Reginald ha hablado con tantos periodistas que no sabéis lo famoso que es entre ellos. Con su mujer Denise cofundó una organización que quiere emplear, entrenar y educar a ex-presos. Darrel fue torturado en una sala de muerte por la policía de Chicago y todavía no ha encontrado un motivo para ello. 25 años después, se ha convertido en un defensor de la no tortura. Supervisa e impide, a través de una compañía, la violencia en las calles de Chicago. Cuando tomó el poder en esta organización, consiguió reducir a cero el número de crímenes en su jurisdicción.
Es un honor presentar a John Forté.
J.F.: Me siento muy honrado de poder hablar con vosotros, creo que sois semillas de esperanza.
¿Cómo alguien practica arte legislativo a pesar de que hay elecciones legislativas a las jurisdicciones cada dos años? Además, tienes una imagen de los presos que es propagada por Hollywood y los medios, y la gente no tiene ni idea de lo que pasa en las cárceles, porque no es lo que cuentan en las películas y los medios de comunicación.
LJR: Es una pregunta doble. Tienen un mal trabajo. Pero hay grandes legisladores, y muchos no escucharán nunca estas propuestas, aunque puedo nombrar legisladores que se tomaron muy en serio este problema: investigaron al respecto, presionaron al departamento de prisiones para cambiar… Esto no les dio votos, pero lo hicieron igualmente. En términos de condiciones en prisiones, creo que podemos cambiarlas. Es la rama ejecutiva. No es tanto la rama legislativa en la que hay que fijarse, para los cambios hay que ir a la ejecutiva, y ésta no cambia con tanta facilidad como los legisladores. Una vez una ley está hecha, la rama ejecutiva la pone en práctica.
Brenda: Hace unas semanas Henry Mollins ha salido de la cárcel después de 40 años de encarcelamiento solitario. Cuando lo liberaron, lo puse en Facebook: “por fin lo liberaron”, y alguien comentó “bueno, tenía comida”. ¿Qué le respondo? No estoy contra la gente que está en prisión, estoy en contra de encerrar a alguien en una caja. Hay gente que está 14 años en una celda de aislamiento, una caja de café, prácticamente. No digo que no se castigue a alguien por un crimen, pero no inhumanamente. Cuando tú tratas a un animal de esa manera, si lo metes 14 años en una caja de café, la gente se enfada, pero si metes a un humano, no.
– Es muy difícil para mí hablar de esto, pero os doy las gracias por venir y exponeros a esta realidad, porque es una realidad escondida del mundo, que nadie conoce. En cuanto alguien a una celda de aislamiento, esta persona desaparece del mundo. Así que esto para mí es un regalo.
Parte de lo que te hace seguir es que no estás sola, puedes hablar de la fuerza de otras madres. Al principio me sentía sola, pero me di cuenta de que había otras madres en la misma situación, y eso me ayudó mucho (Brenda)
Reginald: Estaba en la prisión de Grabs antes de Tamms, tenía que estar un año pero fue mucho más, fueron ocho.
Me tuvieron en una cárcel normal y me llevaron a Tamms. Mi familia tenía que conducir ocho horas de ida y ocho de vuelta para verme una hora. La visita ni siquiera era así, yo entraba en una sala en la que no cabía, debía arrodillarme en el suelo, pero ni siquiera podía estar apoyado, estaba en diagonal. Hablaba a un micrófono, y lo que decía tardaba 30 segundos en llegar a mi interlocutor y viceversa, así que la hora en realidad se convertía en mucho menos. Además, durante la visita estaba desnudo y maniatado.
Darren, volviste a casa en 2008, hace cinco años. Eres una fuerza que hay que reconocer en la comunidad, tienes una familia que estuvo contigo durante tus años de prisión, tienes niños. ¿Puedes hablar de lo que pasaron tus niños mientras estabas en la cárcel? ¿Qué significaba para ti estar en la cárcel?
Darren: Perdí los años cruciales de mis niños. Cada vez que me visitaban, me aseguraba de que ese no era el lugar donde quería estar. Cualquier gilipollas puede ir a prisión, pero es difícil hacer algo constructivo en las calles. Por eso dos de mis hijas se hicieron policías: una es sargento y mi otra hija va a ser teniente en el sur de Illinois si pasa el examen. El mensaje era claro: no hay nada de glamour en el hecho de estar en prisión. Mi hijo tenía un problema en el corazón que empeoró estando yo en prisión, tuvo un ataque al corazón y murió. No pude hacer nada por él, pero mientras vivía nunca tuvo ningún encuentro con la policía, creo que porque puse mucho énfasis en que mi situación nunca debía ser su situación, que fuera lo contrario de lo que yo había sido.
D: Primero doy gracias a Dios, luego a mi madre y abuela, que mandaban en casa, sin más. Muchas de esas experiencias de dos personas llevando una casa yo la tenía dentro. Ya devine en un hijo de mi madre que rechazaba romperse. Me pidieron que moderase y no diese mis opiniones, pero las reglas hay que romperlas: tal y como yo veo vuestro trabajo, nuestras prisiones no son sólo criminalizados por los jueces, Mi madre me decía no vas a volverte loco, no harás lo que hacen otros presos. Yo vi a otros presos intentando suicidarse de diferentes maneras: a cabezazos contra la pared, intentando cortarse las venas… Para evitar el sufrimiento de estar en una celda de aislamiento. Yo rechazaba hacer esas cosas.
Lo que veis en el escenario no son cosas ni subhumanos. He cumplido condena también y seis años después, Bush me sacó de la cárcel en 2007. Puedo sentirme cercano a esta gente, pasé un poco de tiempo en una celda de aislamiento, y literalmente casi me volví loco. Así que ver su valentía y coraje después de tantos años en celdas de aislamiento es una inspiración. Muchas gracias por permitirnos tener esta conversación.
Para cerrar, mis compañeros de escenario estarán de pie un minuto por cada año que estuvieron aislados en una celda. Brenda lo hará por su hijo que ahora mismo está en un correccional.