Summario en Español
Lara Almarcegui. “La vida de los detritus urbanos.”
Cuando estudio una ciudad, ciudades europeas contemporáneas, veo mucho diseño y parece que todo el espacio a mi alrededor está diseñado por otra persona.
Los terrenos que encuentro interesantes son áreas que esperan desarrollo, lugares donde todavía nada ha pasado. Y realmente esos lugares ofrecen una escapada para el arquitecto.
Muchas de estas áreas tienen un problema: están siendo construidas continuamente, desapareciendo. He visto muchos espacios abiertos desaparecer por construcciones olímpicas, entre otros.
Hice un proyecto como respuesta en Bélgica: en Hemt encontré una parcela de tierra grande estupenda, en el centro de la ciudad, sin valla, abierta, accesible, tenía un puente, agua, árboles.
Mi trabajo consistió en convencer a la alcaldía que lo retuviese como espacio abierto, que se quedase así en el centro de la ciudad (proyecto “robarle tierra a la arquitectura”): me enfrenté a la diferencia entre “proteger la tierra” por sus cualidades naturales y una tierra, parcela “abandonada” en el centro de la ciudad. Hay un montón de reglas en los parques naturales (nada de picnics, de música…) que yo no quería mantener para este trozo de tierra.
Lo hice durante 10 años, se mantuvo 10 años, y tuve suerte porque después, en una bienal, se escogió esa ciudad para un proyecto y mi propósito era rescatar este espacio y contar con el poder de la bienal para protegerlo para siempre.
En ese momento, el concejal de urbanismo con el que negocié era ya el alcalde y todo parecía positivo.
El acuerdo se alargó 2 años más, e incluía el hecho de que la ciudad haría el plan maestro. Me prometieron permitirme asistir a las negociaciones para intentar proteger para siempre esa tierra libre sin ningún edificio.
Tuve un contrato para ello. Pasó la bienal y un año más tarde no habían contactado conmigo sobre el plan maestro de desarrollo. Tengo un poco de paranoia, no estoy segura de cuán serios son, cuán seria es su promesa, pero creo que es valioso luchar por ello. He de insistir. Espero que suceda.
Algo que quiero deciros muy rápido es que estoy insistiendo en este tipo de tierras, en proyectos similares. He empezado nuevas negociaciones, porque como soy artista no me importa insistir. Siempre merece la pena robarles tierra a los diseñadores.