Summario en Español
Chido Govera. Movimiento del “cultivo de champiñones”.
Mi nombre significa “pasión”. El placemaking se hace a través de gente pasional.
Cultivo de champiñones. Este gigante de madera se llama el “Cosmogolian”, y realmente representa mi pasión. Es un símbolo internacional para los niños: un gigante de esperanza con la cabeza abierta, que quiere decir pensamiento creativo, y una boca cerrada, para que las ideas no sólo las oigamos, sino que las absorbamos.
Cuando tenía 8 años supe cuál era mi pasión: empoderar a los niños africanos, especialmente los huérfanos. Estamos hablando de gente que se gradúa en la universidad y se va África, o donde hay gente pobre, a “salvarles”. Eso ha provocado ataduras en las manos de los pobres y de los niños: hacerles sentir víctimas, que no pueden hacer nada, así que te sientas y dejas que la persona “que sabe” haga “por ti”. Pensé que cuando creciese les enseñaría a defenderse y a encontrar qué podían hacer. Eso se hace encontrando las conexiones correctas.
¿Por qué champiñones? Son una herramienta que usé para empezar mi viaje. A los 8 años tuve un sueño: mi familia desde muy niña construir una comunidad donde yo era huérfana. Empecé a los 12 a cultivar champiñones.
Fui a la universidad para aprender cómo se cultivaban los champiñones. Enseguida supe que era lo que yo quería hacer. Estaba dirigiéndome a niños huérfanos de Zimbabue. Me gusta de los champiñones que los puedes hacer crecer en Occidente, así que podías crear comida, y no sólo eso, sino que podías salvar a los niños del abuso, porque cuando puedes suministrarte tu comida, ya no dependes de nadie.
Me sorprende que tanta gente distinta se unió para llevar a cabo este proyecto de champiñones. No sólo por los champiñones, sino por la creación de comunidad y esfuerzo conjunto.
Hay diferentes tipos de champiñones que se pueden cultivar. Lo bueno de los champiñones es que son muy flexibles: en la India las mujeres no sabían ni escribir su nombre, pero se pusieron a plantar champiñones, y de repente gente que no solía trabajar en conjunto (y en África y muchos otros lugares sucede que hombres y mujeres no trabajan juntos, porque se temen y no se conocen) de repente lo hacía. Una de mis intenciones es que personas que no suelen trabajar en conjunto empiecen a hacerlo.
En Zimbabue queríamos llevar a cabo un proyecto de café. Lo que bebemos es el 2% de café. Cogen un contenedor de café, lo venden a los EEUU y a través de la mezcla, todo el dinero va a las mujeres de Zimbabue que lo producen. Llegó un momento en que nos preguntamos ¿qué pasa con la basura del café? Y en San Francisco, Sídney, Holanda, París, Berlín, Dinamarca… tomamos los residuos del café y los usamos para acelerar el crecimiento de los champiñones.
Mi trabajo no consiste sólo en cultivar champiñones, sino en empoderar a la gente para que pueda aprovisionarse de comida y pueda mantenerse.